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En este blog nos contaremos cosas de la biblioteca del cole y hablaremos de libros, vídeos, canciones y todo lo que tenga que ver con la lectura y la literatura, especialmente con la literatura infantil y juvenil. Participa con tus comentarios y sugerencias y síguenos.

martes, 20 de septiembre de 2011

PABLO RAMÍREZ, 45 AÑOS DESPUÉS

Hace unas semanas me regalaron un libro estupendo, el catálogo de la exposición Imágenes para una renovación. Pablo Ramírez y el libro ilustrado en los años 50 y 60.


En una de esas carambolas felices de la vida, una nieta del ilustrador, María, ha tenido la amabilidad de hacernos este regalo (aunque algo ha tenido que ver en ello su madre). Ya conocíamos a parte de su familia de otras coincidencias también felices y casi siempre vinculadas a lo artístico de alguna manera, y tuvimos la ocasión de disfrutar de una charla entrañable de su tío Pablo, uno de los hijos del artista, con motivo del paso de la exposición por el Museo Provincial de Jaén, cuya inauguración podemos ver en el vídeo brevemente



Este evento contó con la colaboración de la Universidad de Jaén, tanto en la mencionada charla como en la reedición de uno de los títulos más emblemáticos del autor, Wa O'Ka, del que hablaremos en otra ocasión para poder agradecer con detenimiento a Pablo y Violeta, otra de las hijas, el detalle que han tenido con nuestra biblioteca regalándonos un ejemplar de esta reedición y otro del catálogo de la exposición. También ha hecho posible la difusión de la muestra a través de un proyecto docente del área de didáctica de la Expresión Plástica de la UJA con alumnos de Magisterio de la especialidad de Primaria en el curso 2007/08, mediante el cual se realizaron visitas guiadas de algunos centros escolares de la capital que incluían actividades de animación y talleres creativos,
así como la posibilidad de ver en el PASAPÁGINAS parte de la obra a través de una aplicación informática

La exposición tuvo entre otras la virtud de poner de manifiesto la relevancia de la obra y la figura de Pablo Ramírez, además de conectar con el imaginario de la infancia de quienes fuimos niños en los años 60 del pasado siglo. Es ahora, con el paso de los años y un cierto interés hacia la literatura infantil y juvenil, en especial hacia el libro ilustrado, cuando se advierte el profundo calado del trabajo desarrollado por este artista linarense, tanto en cantidad como en calidad. En una carrera corta de solo 16 años produjo una obra ingente de lo más diversa. Y todo ello introduciendo una concepción absolutamente moderna acerca de la ilustración, especialmente de la ilustración en los libros, hasta el punto que podríamos calificarlo como uno de los inventores del oficio de diseñador gráfico en nuestro país y uno de los padres del álbum ilustrado como género.
A continuación os enlazo una entrevista con Pablo Ramírez Pérez hijo de Pablo Ramírez y comisario de la exposición, con motivo de la muestra en el MuVIM, en la que podemos conocer un poco más de la figura y trayectoria del ilustrador y de los entresijos de la propia exposición.
http://www.upv.es/pls/oreg/rtv_web.ProgFicha?p_id=1325&p_cap_id=20522&p_idioma=c
En esta entrevista nos desvela también la clave de esa princesa desafiante que figura en la publicidad para la difusión de la exposición (enara, trípticos...) La princesa Ika, otro derroche de modernidad y de imagen narrativa.

Y ahora vamos a destripar un poco el mencionado catálogo, que se abre con un A manera de proemio, de Romá de la Calle, director del MuVIM, al que sigue Dieciséis años de ilustraciones y algo más, una semblanza de la pluma del propio Pablo Ramírez Pérez, que trasciende lo puramente biográfico o la descripción pormenorizada de su trayectoria profesional y se detiene en detalles deliciosos que nos recrean el universo en el que se desarrollaba el trabajo creativo de Pablo Ramírez, así como un extenso anecdotario familiar no menos jugoso e interesante. En este capítulo se incluyen además numerosas referencias a sus intereses artísticos, la música, la fotografía, el cine, la literatura y la plástica, un extenso catálogo de artistas cuya influencia es más que notable en algunos casos como el de Norman Rockwell. 
Cazador de imágenes es el texto siguiente que lleva la firma de Miguel Calatayud, quien destaca el interés especial de la figura de Pablo Ramírez en el conjunto de la oferta gráfica española de una época difícil en general (y especialmente complicada en el ámbito cultural) y la importancia de su aportación en las nuevas formas de percibir y entender las imágenes. Un estudio lúcido sobre algunas de las polémicas más interesantes en el ámbito de la ilustración y de los recursos que desarrolló el ilustrador a lo largo de su obra para la transformación y puesta al día del lenguaje gráfico. De este capítulo me ha llamado especialmente la atención (por mi ignorancia sobre el tema) la conexión con los profundos cambios en el lenguaje gráfico que se produjeron en el cine de animación de los EEUU, protagonizados básicamente por la United Productions of America y sus técnicas de animación limitada (que casi se convierten en ejercicios de metaanimación) colores planos o con texturas y soluciones geométricas. A la cabeza Stephen Busustow, creador del inefable Magoo (¡oh Magoo, eres extraóóórdinario!)



Unos cambios que produjeron la reacción de la factoría Disney, casa de donde provenían Busustow y su equipo, y dieron lugar a la creación del primer corto de animación en cinemascope, Toot Whistle Plunk and Boom, una historia apresurada de la música, como la define el propio Calatayud, dirigida por Ward Kimball


Estos cambios tuvieron su continuidad en los estudios Hanna & Barbera, creadores de series tan exitosas como The Huckleberry Hound Show (y su spin-off, The Yogi Bear Show), Tiro Loco McGraw, Don Gato, Jonny Quest, Los Supersónicos, Magila Gorila ...


y especialmente The Flinstones, Los Picapiedra


También hay en el capítulo unas interesantes reflexiones acerca de la diferencia de tratamiento del lenguaje gráfico según la obra vaya dirigida al público infantil , al juvenil o al público adulto, creación frente a realismo fotográfico o ilustración científica, hecho éste que se repite con cierta frecuencia en otros ilustradores, como si la literatura infantil fuese un campo más propicio para la innovación y la transgresión, lo cual no ha venido nada mal por cierto a la literatura infantil y a la literatura en general. 
No obstante creo que no está bien ponderada aquí la actualización estética y conceptual que desarrolla Pablo Ramírez en sus cubiertas de literatura para adultos y la introducción en su discurso gráfico de elementos simbólicos y transgresores de los cánones de la época.
El siguiente texto tiene la autoría de Carlos Pérez, responsable de exposiciones del MuVIM, Pablo Ramírez en su contexto, que nos lleva de la mano en un paseo literario que comienza a finales del XIX, con un alegato del quiosco como elemento de modernización de la sociedad de la época y sitúa la figura de Pablo Ramírez en una generación de ilustradores surgida al calor de una modernidad aparente impuesta por la necesidad del franquismo de integrarse en los círculos políticos internacionales, un franquismo que produjo un páramo cultural con algunas excepciones relevantes, como la de Manolo Prieto en el campo de la ilustración, autor de hallazgos gráficos como el toro de Osborne, la silueta del hombre montado a caballo anunciando el Nitrato de Chile o estas portadas de novelas y cuentos


En la década de los 50 surgen con fuerza los nombres del propio Pablo Ramírez o los de Pablo Núñez


o José Luis Moro


cuyas carreras posteriores han sido ampliamente reconocidas, y merecerían un mayor detenimiento, que no es el caso de esta entrada.

Las páginas que siguen a este capítulo cambian de color y nos ofrecen sobre un fondo color crema las Ideas sobre la ilustración de los libros infantiles y sus problemas, una conferencia pronunciada por Pablo Ramírez el 17 de septiembre de 1965 en el Ateneo barcelonés, con motivo de la V Semana Nacional del Libro Español. En ella nos revela sus opiniones y puntos de vista sobre la importancia capital de las ilustraciones en los libros para niños y la subordinación de éstas a una idea, así como de los problemas derivados de una literatura infantil que no actualizaba sus temáticas, personajes y situaciones. Esta conferencia es la que sirve de leitmotiv al siguiente capítulo del libro, A propósito de una conferencia, en el que Eulalia Adelantado, catedrática de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Universidad Politécnica de Valencia hace un análisis de la misma y comparte con el lector el descubrimiento entre los documentos del ilustrador de todo un Plan editorial infantil y juvenil con tres líneas editoriales, con sus correspondientes colecciones para temas recreativos o pedagógicos, diferenciadas por edades o etapas del desarrollo. Para Adelantado, Pablo Ramírez hace en este Plan un llamamiento a la industria editorial del momento que necesita una nueva metodología, salir de inercias adquiridas y arriesgar en favor de una producción cultural nueva.

Y a continuación algunas de las imágenes del catálogo (con algunas intrusas justificadas) que saben a poco después de haber sentido la muestra en vivo pero que ofrecen testimonio del importante legado del artista.

Tras haber trabajado en Madrid para las revistas Maravillas y Mis Chicas  (1948-52)




elabora un dossier y se traslada a Barcelona en 1953, donde realiza trabajos de publicidad (Pirelli, Denise...) y portadas para las editoriales Juventud, Planeta y Luis de Caralt. En 1953 hace para la editorial Molino las ilustraciones interiores de las colecciones Novelas famosas y Selecciones Biblioteca Oro, además de la actualizacion de formatos de las colecciones Salgari (1955) y Obras Juveniles (1957), con cubiertas de Riera Rojas.

La continuidad en el mundo editorial y la regularización de los encargos permitió a Pablo y a Rosi, su mujer, trasladarse a un "hábitat más estimulante", como lo llama Pablo Ramírez hijo, y fundar en El Masnou, un pueblecito costero cercano a Barcelona, Villa Linares , una especie de consulado visitado asiduamente por familiares y amigos, bien como lugar de vacaciones o como cabeza de puente para la emigración.
Son las fechas en las que recibe el encargo de la editorial Molino de ocuparse de las maquetas y cubiertas de dos de sus más importantes colecciones de novelas:
  • la colección Aventura (1954)

  • y la colección Biblioteca Oro (nueva época,1954-66).


 Algo más tarde ilustra la colección Cuentos de hadas (1958-62)
las Vidas de animales salvajes (1959-60)

y las cubiertas de las series de aventuras de Guillermo Brown, un auténtico best-seller de Richmal Crompton, y de  Rex Jennings, de Anthony Buckeridge (1959-60)



Pero sin duda, una de las producciones más significativas de esta época será la colección Mis primeros cuentos (1956-62),


en la que aparecen también Wa O'Ka (1959) y El hijo del sheriff (1961), obras con las que Pablo Ramírez se interna también en la escritura de textos literarios.


En ella el ilustrador aporta una mirada nueva sobre el cuento clásico y demuestra un gran talento para la creación literaria de cuentos modernos, por lo que se gana la consideración de especialistas como Santos Torroella o Aurora Díaz Plaja y comienza a tener proyección internacional. 
Su labor se extiende pronto a otras editoriales y fruto de ello aparecen sus inolvidables series de Christmas para la editorial Zeus (1958-64)

o las colecciones El Circo y Mis amigos para la editorial Pi (1959-60)

Con la entrada de la década de los 60 el ritmo de trabajo se hace frenético y continúa ilustrando para la editorial Molino en las colecciones Me gusta pintar (1960), Ilusión Infantil (1960-62), Reino de los cuentos, Nuevos cuentos (1961-62) o Para chiquitines (1962)




 Pero además continúa publicando en Editorial Cervantes en la colección Tobogán (1963)
editorial en la que publica también otro texto propio, El paje de los reyes magos
Esta obra fue llevada al cine posteriormente por el director Juan Albert con Enrique San Francisco, Eleuterio Acosta, Rafael Anglada, Alonso Castro, Maruja del Amo, Jose Monterrey y Montserrat Porta en el reparto.
Además la editorial Juventud le publica Manuelito, el niño navajo, en la colección Campanilla (1963) otra obra de la que es autor del texto y las ilustraciones

De esta época se conoce también un documento con una especie de acuerdo conjunto con Roc Riera Rojas y su amigo José Correas en el que expresan sus ideas sobre diversos aspectos del libro ilustrado, la adecuación de los cuentos clásicos, el concepto y la función del libro infantil, el acceso del niño a la cultura, el equipo escritor-ilustrador-editor ... En estos años Pablo Ramírez ya es un ilustrador de prestigio y su labor no para de crecer y ser reconocida dentro y fuera de España. Sigue trabajando para las editoriales Molino, Juventud, Cervantes ... y continúa extendiendo su presencia por otras editoriales
  • Editorial Molino, colecciones Primeras letras (1963), Historia y Leyenda (1962-65) y Jardín de infancia (1963-66)

  • Editorial Cervantes, colección Olimpo (1962-64)

  • Editorial Roma en la colección Safari (1964)


  • Editorial Juventud, colecciones Juventud (1963-65) y La hora del cuento (1965)

  • y en la editorial Cid uno de sus trabajos más reconocidos, Color de Fuego,un texto de Carmen Kurtz con el que obtuvieron el premio Lazarillo en 1964 
así como la serie de aventuras de Óscar, con textos de la misma autora.

A lo largo de su carrera sus ilustraciones también aparecieron en publicaciones no estrictamente relacionadas con los libros, como las ya mencionadas series de christmas, carátulas de discos en el sello Vergara, recortables en la colección Pitusa y Pitusín de la editorial Hymsa, series de cromos para Calcomanías Ortega...

y también en un sinfín de novelas del oeste, uno de sus géneros preferidos, como no podía ser menos desde aquella primera historieta que consiguió publicar en la revista Maravillas titulada El fantasma. Como muestra un botón


Y a todo ello hay que añadir innumerables proyectos que no vieron la luz ... "sus agendas y carpetas están repletas de proyectos en distinto grado de definición, desde ideas y esquemas para cuentos, libros y colecciones, hasta maquetas y prototipos de libros-juguete o de estilizadas figuras de animales para recortar y montar" nos cuenta Pablo Ramírez hijo.

Esperamos haber contribuído desde aquí al reconocimiento de una de las figuras importantes de la literatura infantil y juvenil española y a destacar su aportación en la evolución del lenguaje de las imágenes y en un nuevo concepto de la edición de libros ilustrados. Pero sobre todo sirva de agradecimiento a la familia Ramírez, en especial para los que me han prestado su apoyo y colaboración, y de homenaje particular a Rosi, la mujer del artista, sin cuyo empeño no podríamos seguir disfrutando de este inmenso regalo que Pablo Ramírez nos ha dado a todos con sus ilustraciones y su capacidad de comunicar su particular manera de ver y entender el mundo.